No te resistas, princesa. El bosque es tuyo, aunque sea de noche y tengas miedo. El pájaro ya te vio, está escondido, vigila y sabe. El barro en tu vestido ya no importa. Es la hora perfecta para correr, tropezar con las piedras y reírte del dolor.
El bosque es tuyo, princesa.
Aunque sea de noche.
Tus lobos.