domingo, 31 de octubre de 2010


Como el galope enloquecido del caballo recién liberado en medio del campo, que no puede dejar de relincharle a la vida.
Así corre la fuerza entre mujeres.
Contagiame.

viernes, 29 de octubre de 2010

Deseo

Un amor así.

martes, 26 de octubre de 2010

FB

Tonta, tonta, tonta.
Pizanik también es un lugar común.
El lugar de "todas las chicas".

jueves, 21 de octubre de 2010

Sueño

Soñé que me acompañabas a una fiesta judía.

Me pruebo un sombrero, me queda mal y yo quiero que me veas linda. Me lo saco cuando el sacerdote no me mira.

Vos te aburrías pero cuando se apagó la luz me diste un beso y no tuve tiempo para presentarte a mis amigas.

miércoles, 20 de octubre de 2010

No sé qué pasó con mis veranos.
No me acuerdo de mí.
Mosquitos.

martes, 19 de octubre de 2010

Y ahora, de lejos, sos tan aburrido.
Mujeres que padecen la violencia de mil aspiradoras.

lunes, 18 de octubre de 2010

No me contradigo, no estoy loca. Es que contengo multitudes.

Do I contradict myself?
Very well then I contradict myself,
(I am large, I contain multitudes.)

Walt Whitman, Song of myself

sábado, 16 de octubre de 2010

Cuando publiqué un texto (muy) mío en una revista. De eso me hiciste acordar. Y de las ganas de escribir bien, degustando cada palabra. Me dijiste que dejara las chiquilinadas y buscara la plenitud.
Hoy dejé que un caballo juegue con mi pelo.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Sí, sí, algún día voy a empezar un blog con otros colores y otro tono, mucho menos melodramático y adolescente. Mientras tanto, no me jodas.
Cuando tenga treinta y estabilidad emocional.

martes, 12 de octubre de 2010

Mi mañana. No hay tiempo para ordenar el cuarto. La monografía incompleta me da culpa. Leo. Me aburro. Escribo un párrafo y suspiro.

El patio está amarillo de tanto sol. Un mensaje. Movistar.

Las tortugas no quieren comer la lechuga que les dejé sólo para verlas comer. No me importa si tienen hambre o no.

La gata mira hacia arriba. El pájaro, que jamás podrá capturar, salta de rama en rama.

lunes, 11 de octubre de 2010

Dedicadísima.


 “Me hace gracia todo eso de que soy guapa. En lo que llevo en España he esperado que alguien me invite a salir, pero no he tenido suerte. Al final ciertos comentarios alimentan esa idea de dominatrix que tanto les gusta a algunos. Creo que voy a empezar a hacer alguna foto de promoción toda de cuero, porque además creo que hay mucha gente que merece ser fustigada. Me refiero a todos esos vejestorios que ayudan a este status quo. Hay toda una generación de mayores en la literatura que se está sintiendo un poco violentada con apariciones como la mía. ¡Y está buenísimo que se pongan nerviosos!”.
Ella nació en 1977 y se saca fotos en blanco y negro que resaltan su belleza. A él le encantaría conocerla y llevársela a la cama.
Babe, I'm in the mood for you.

martes, 5 de octubre de 2010

Poros y Penia

Sucedió que en la boda de Afrodita una mendiga llamó a la puerta muerta de hambre, venia a por las sobras de la comida, se llamaba Penia y después de conseguir entrar en el banquete y acceder a los alimentos que allí sobraban y de hartarse de comer y beber, se propuso seducir a Poros. No le fue dificil pues acudió a aquello a lo que Poros era mas sensible: la adulación. Poros y Penia se refugiaron en el jardín huyendo de las miradas del resto de los invitados y alli copularon una y otra vez.
Hay alguien llorando adentro de la música.
En mis sueños, tus palabras se vuelven mías.
No es lo que quiero.
Creeme.

lunes, 4 de octubre de 2010

Mi lugar común

El poeta sube al escenario. Se presenta, presenta su libro. Nos dice que va a leer cuatro poemas, dos cortos y dos largos. Y empieza, con la voz un poco temblorosa y la vista fija en sus papeles. Le cuesta leer y sostener su libro al mismo tiempo. Cierta torpeza y empiezan a fluir las palabras de siempre, en el orden de siempre. El tipo está nervioso pero entusiasmado. Lo escuchamos, es lo que corresponde, a nadie se le hubiera ocurrido empezar a gritar o tirarle algún objeto. Pensé en un zapato y salir corriendo, pero era domingo y estaba cansada y además mis zapatos son blandos y me falta puntería. Aunque tampoco era para tanto. Hasta que escupió con un orgullo injustificado la frase que, creía, lo llevaría a la fama: “Cómo hablar del silencio, cómo escribirlo, si cuando hablo o escribo el silencio desaparece”. Y después aparecía un bebé con sus primeros balbuceos y la estupidez de darle la bienvenida al mundo de los hombres.

Yo había ido con una amiga. Antes de que la función empezara, ella se había acercado al poeta para saludarlo. “Hoy leo yo”, nos dijo. A la salida lo cruzamos de nuevo. Tenía la sonrisa inmóvil y los ojos le brillaban detrás de los anteojos. Mi amiga lo felicitó. Yo le sonreí. Al chico que estuvo parado al lado mío durante toda la noche sí le habían parecido buenos los poemas. “Pero no me gustó cómo los leyó, nadie sabe leer poesía”. Y yo me quedé pensando. Dudé de mi criterio, una vez más. No, su poesía también era mala. Eran las palabras de una adolescente atormentada puestas en otro orden. No había nada nuevo. “Estoy cansada de los lugares comunes”, pensé. Y me acordé de mis monografías pendientes y de los temas de siempre sobre los que pensaba escribir. La deconstrucción de la noción de autor en la poesía de Pessoa o la constitución del sujeto en la poesía de Dylan como una “fuerza nietzscheana siempre en proceso”. Insoportable. Los lugares comunes me persiguen. O quizás yo los busco, porque nadie me obliga a escribir obviedades o escuchar poesía berreta. 

Y todo esto para decir que el lugar común que más me fastidia es otro. Soy yo. “Sí, se te nota en la cara, pobrecita”, me dice mi amiga cuando me ve. Pero que sigo linda igual, que ya va a aparecer otro.

domingo, 3 de octubre de 2010

Cerré la puerta pero abrí.

sábado, 2 de octubre de 2010

No hay un nombre para mí todavía
Estoy aprendiendo a perder
mi cara anterior
la violencia de mis manos aferradas
a algo
Solté las riendas y el caballo galopó

Te alcancé.